El tiempo se acaba. Resta apenas una hora. siente una gota de lluvia sobre el párpado derecho. Con un gesto mecánico, acerca el dorso de su muñeca hasta su ojo y se seca. A esta primera gota le siguen otras muchas. "Bueno", piensa. "No todo puede ser perfecto".
Eso fué lo que le dijo la chica del Belén. "No todo puede ser perfecto".
Recuerda el día en que la conoció hace apenas unas semanas. El día que le abrió la puerta del antiguo y destartalado tugurio de la apuntalada corrala del barrio de Embajadores.
No sabía qué esperaba encontrarse cuando decidió ir allí. Fue un gesto desesperado. Huir cada año de la ciudad pasado el puente de Diciembre ya no era suficiente.
- Gustavito, ¿no vienen tus padres a recogerte? - Escucha la voz del anciano padre Angel, como cada Navidad, cuando todos sus compañeros marchaban con sus familias.
- No padre.- contestaba Gustavo sin alzar la cabeza. - Están de viaje de negocios... otra vez.
Nunca entendió por qué, cada año, tenía que repetirse aquella fiesta. las celebraciones religiosas del colegio y la misa del gallo eran sus mejores recuerdos de aquellos días tristes y solitarios.
Cuando fué a la universidad decidió destinar el adviento a viajar por el mundo. pero cada vez eran menos las opciones a las que recurrir. La Navidad se hacía presente en casi cada rincón del planeta. Era mejor enfrentarse a ello.
"Cómo combatir la Navidad", escribió Gustavo en google.
La búsqueda le devolvió varias propuestas interesantes en formato blog. Deslizó su vista por algunos de ellos. De pronto, se detuvo. "Unionantinavidad.blogspot.com". "Esta parece interesante", pensó. Pinchó en el enlace.
Al inicio de la página, un pequeño logo mostraba un Papa Noel amordazado y encerrado en la jaula de un canario. Las plumas de la pobre ave, supuestamente aplastada por el gordo personaje vestido de rojo volaban alrededor.
"Si odias la Navidad, este es tu blog", rezaba su eslogan.
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