Me pinté las pestañas
con el frío del olvido
y al cerrar los ojos
pasaron cien mañanas
y al volver a abrirlos
tu mirada ya no estaba.
Me pinté las pestañas
con el vino de tus besos
y al cerrar los ojos
rojas lágrimas rodaron
y al volver a abrirlos
mis ojos se secaron.
Me pinté los labios
con el fuego del brasero
que arropó tus abrazos
a mi desnudo cuerpo.
Me pinté los labios
con el ascua fría y seca
de mi desesperanza
y de tu desprecio.
Morning pages 20160110
Datos personales
- Discover Penelope
- Nací de un torbellino en el que volaban unos perros, unos leones, diez mil budas, tres selvas, una cascada, cientos de esfinges, un mago, una chamana, un gusano, una mariposa y una libélula, mil significantes y un significado, lo real, lo simbólico y Jerusalén. Y como el viento que arrancó las hojas rojas, verdes y azules del guanaco para crear al sagrado pájaro quetzal, quiso el torbellino que despertara el cuerpo y danzara la mente para ver nacer el mito.
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