Y ahora tú, confiado, decides atravesarte.
Ignorando los límites.
Arrojado, impulsivo, movido por la emoción
y el coraje.
En el suelo, semi-inconsciente, saboreas la sangre que corre hasta tu boca mientras piensas: “¿Cómo no lo ví?”.
20150201 De egos
No hay comentarios:
Publicar un comentario