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Nací de un torbellino en el que volaban unos perros, unos leones, diez mil budas, tres selvas, una cascada, cientos de esfinges, un mago, una chamana, un gusano, una mariposa y una libélula, mil significantes y un significado, lo real, lo simbólico y Jerusalén. Y como el viento que arrancó las hojas rojas, verdes y azules del guanaco para crear al sagrado pájaro quetzal, quiso el torbellino que despertara el cuerpo y danzara la mente para ver nacer el mito.

martes, 21 de octubre de 2014

"M"

Te contaré una historia que no te quiero contar. Esa historia es un misterio, que no quiere ser contado, pero empieza así:

Erase una vez, o tal vez no, un niño que quería nacer pero no nacía. Sus padres le esperaban impacientes, pero tardaba tanto en salir, que se olvidaron de él.

Finalmente el médico que asistía al parto les dijo: "aquí tienen a su hijo" , y ellos se miraron, alegres, repletos de ilusión, pues no se lo esperaban.

Mientras aquel niño lloraba e intentaba que su madre le diera el pecho, su padre acudió al registro, a realizar todos los trámites, antes de que se olvidara.

- ¿Cómo se llama el bebé? - dijo el funcionario.
- ¿Qué bebé?
- El suyo, el que viene a inscribir. Este papel del hospital que trae es un certificado de nacimiento.
- Dios mío, - dijo el hombre con lágrimas en los ojos. - He tenido un bebé, tengo que ir corriendo a ver a mi esposa. Estará muy asustada.
- No se preocupe, - dijo el funcionario. - Esto es muy rápido. Escriba su nombre en el formulario.

Y mirando aquel folleto, el hombre escribió la letra "M".

- ¿"M"? - preguntó de nuevo el encargado del registro. - ¿Mario?, ¿Manuel?, ¿Mariano?
- ¿Quienes son esos? - dijo el padre del bebé.

Finalmente el funcionario escribió la palabra "Misterio". "Misterio Pérez González".

Pero todos le llamaban "M".

Cuando contaba con unos pocos años de edad, "M" fué a la escuela. Sus profesores se esforzaban por que revelara su saber en los exámenes. En cada pregunta, "M" respondía: "lo sé, lo he visto, mañana te lo cuento".

Pero nunca lo hacía. "M" suspendía todas las asignaturas y poco a poco dejó de ir a colegio. sin embargo se hizo muy popular en su barrio por que siempre descubría cosas que no se podían contar. Tenía muchos amigos, y a todos les decía:

- ¿Sabes? Se una historia que no se puede contar. Lo sé todo, lo he visto. Te lo cuento mañana.

Pero "M" no decía la mañana de qué día, así que los niños del barrio se cansaron e inventaron una cantinela que le decían al pasar:

Te contaré una historia
que no se puede contar.
Esa historia es un misterio
que no se ha de revelar.

Erase una vez que se era
o tal vez no fué
hace muchos años, en la tierra,
o en el cielo, ya no sé.

¿Quieres saber como acaba el cuento? Te lo cuento mañana....

201409



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